En el ámbito del marketing hotelero, el arte también cumple una función clave: crear una identidad visual fuerte y coherente. El estilo artístico de un hotel puede reflejar su compromiso con la innovación, la sostenibilidad, la tradición local o incluso con causas sociales. Un mural en la recepción, una escultura en el jardín o una galería fotográfica en los pasillos comunican mucho más que lo que aparentan a primera vista.
Algunos hoteles desarrollan colecciones propias o se asocian con comisarios de arte para construir una narrativa estética consistente. Otros eligen temas específicos que se relacionan con la historia del edificio o la comunidad local. Sea cual sea la estrategia, el arte se convierte en parte inseparable del ADN del hotel.
Impulso al arte local y a la economía creativa
Una de las mayores virtudes de esta práctica es su impacto positivo en la comunidad artística local. Muchos hoteles promueven a creadores de la zona, dándoles visibilidad y generando nuevas oportunidades de difusión y venta de sus obras. Este apoyo mutuo fortalece los lazos entre el turismo, la cultura y el desarrollo económico.
Además, integrar arte local permite al huésped conocer la identidad cultural de un lugar desde el primer momento. Una pieza artesanal, una pintura regional o una fotografía de paisajes cercanos pueden convertirse en un puente directo con la historia y la esencia del destino.
Editorial Luis Bonilla. Expertos en enseñanza, formación a distancia, tutores cualificados y con variedad de cursos online.